CampusBot 2005. Valencia

Robot que aparece en la imagen: Seguritron © Jose Luis M. Fraile.




Actividades

En la CampusBot se organizaron muchas actividades relacionadas con la robótica: concursos, conferencias, demostraciones, mesas redondas y un taller de robótica en el que participaron 53 grupos.

El programa completo de la CampusBot está disponible aquí.

La clasificación de los concuros (sumo y rastreadores) está aquí.

Las actividades que están publicadas en esta web son:


Cuaderno de bitácora (I)

La Campus Party empezaba oficialmente el martes 26 de Julio, pero la gente llegaría a partir del lunes 25. Alejandro Alonso, el coordinador del área de CampusBot, me dijo que me fuera con él el sábado 23, así podríamos ir viendo dónde se celebraría el taller, organizar las mesas, comprobar que todo estaba en orden, etc. Dicho y hecho. El Sábado por la tarde estábamos de camino a Valencia. ¡La aventura comenzaba!

Llegamos directamente a la Feria de Valencia (aunque nos costó un montón de vueltas encontrarla). Pudimos ver asombrados lo que iba a ser la campus: dos pabellones enormes, llenos de mesas y sillas, donde la gente se sentaría con sus ordenadores (foto de la izquierda). Nunca antes habíamos estado en una Campus Party. Yo personalmente me quedé alucinado.

Después del “sock” inicial, empezamos a centrarnos en el área de CampusBot. Había que ver cómo estaban las cosas. Lo primero que nos fijamos fue en el “CUBO”, una zona situada al final de CampusBot donde se impartirían las conferencias, concursos y el taller (foto de la derecha). Aquí es donde empezaron los problemas: faltaba otra pantalla, el escenario era mucho más pequeño de lo que inicialmente se había especificado, no había rampa para que los robots pudiesen subir al escenario, tampoco estaban las mesas que se utilizarían en el taller, ni las tomas de red, las mesas de los asistentes no disponían de regletas...

Sin embargo, esto sólo era el comienzo del “efecto Apolo 13”, una serie de sucesos que nos pondrían las cosas cuesta arriba... Salimos de la Feria y nos fuimos al hotel Feria, donde se alojaba Alejandro. Al sacar las maletas nos dimos cuenta de que su portátil no aparecía. El portátil en el que estaba TODO. Toda la información de organización de la CampusBot. Todos los correos. Todos los teléfonos de contacto. Todos los horarios... y lo peor es que, haciendo memoria, Alejandro tuvo un “flash” y supo dónde se lo había dejado: en el garaje de su casa. Lo dejó apoyado y se le olvidó meterlo en el coche... No sólo no teníamos el portátil, era muy probable que no lo volviésemos a ver... :-(

Tras unas llamadas, se confirmó lo peor: el portátil no estaba en el garaje. Se lo habían llevado... Y aunque Alejandro lo intentaba disimular, el pánico se reflejaba en su cara. Yo me ponía en su lugar y la sangre se me helaba: en el portátil lo tengo todo. Todo. Absolutamente todo (prometo a partir de ahora que haré copias de seguridad más a menudo).

Todavía sin conocer realmente el alcance de lo ocurrido y sin saber muy bien cómo reaccionar, fuimos a buscar a Jose Pichardo, que venía desde Cádiz y nos estaba esperando en el hotel NH. Jose era uno de los colaboradores del taller, que había decidido venir también el sábado.

Cuando ya lo dábamos todo por perdido, Alejandro recibió una llamada de su hermano: ¡¡el portátil apareció!! Uno de los vecinos lo vió en el garaje, lo recogió y dejó una nota en la puerta de su casa. Ahora sólo necesitábamos que alguno de los colaboradores que iban a venir nos trageran el portátil. Nos pusimos en contacto con Andrés Prieto-Moreno que no dudó ni un instante en echarnos una mano. El Lunes a la hora de comer tendríamos el portátil en nuestras manos!!!!. Eso había que celebrarlo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! (foto de la izquierda).

Después de cenar nos fuimos Jose, Alejandro y yo, a la habitación de Alejandro, donde estuvimos hablando relajadamente sobre robótica. Ya sin tensiones, charlamos sobre nuestras experiencias en el mundo de la robótica. Jose nos enseñó su robot Siko.

Al día siguiente (domingo) decidimos que nos tomaríamos la mañana de relax. El portátil no llegaría hasta el lunes y todavía tenían que terminar de montar la CampusBot. Así que terminamos de subir todas las cosas que habíamos traído a la habitación de Alejandro, entre ellas los circuitos que se utilizarían para el concurso de rastreadores. En las fotos se puede ver a Jose y Alejandro cargando con los circuitos mientras yo hacía las fotos ;-)

Nos fuimos directamente a la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia... ¡ES ESPECTACULAR! Cuando se pasea por ella es como si avanzásemos en el tiempo. ¡Parece una ciudad del futuro!

Entramos en el museo de las ciencias. Unas de las cosas que llaman la atención es una enorme cadena de ADN que va desde el suelo hasta el techo. En la parte inferior hay un espejo que permite verla desde otra perspectiva (foto de la izquierda). Justo en frente había una cartel que decía “taller”. No pude por menos de hacerme una foto (derecha). El Taller de robótica estaba a punto de comenzar!! :-)

También llamaba la atención la réplica de la estación espacial internacional que está colgada del techo (izquierda). En la foto de la derecha Jose y Alejandro están en el área dedicada al espacio, observando un vehículo lunar. Se ve que están totalmente enganchados a esto de la robótica ;-)

Por la tarde volvimos a la feria a continuar con los preparativos de CampusBot. Había todavía muchas cosas por hacer... y tan poco tiempo!!!! La campus estaba a punto de empezar!!!! En la foto de la izquierda se puede ver el estado del “CUBO”. Todavía estaba sin terminar... En la derecha están Alejandro y Jose junto a los tatamis del concurso de Sumo.

Sin embargo... el efecto Apolo 13 todavía no se había acabado. Una vez que habíamos recogido todo el material. Todos los portátiles, las herramientas y ya estábamos listos para volver al hotel... al colocar la última bolsa en el maletero del coche, dejamos las llaves dentro y cerramos la puerta... Nos quedamos compuestos y sin coche, con todas las cosas en su interior, salvo nuestras acreditaciones. El coche estaba cerrado con las lleves en el maletero. Imposible abrirlo... :-(

Hubo que llamar a una grúa para retirar el coche y dejarlo cerca del hotel. Alejandro consigó localizar a su hermano para que recogiese la llave de repuesto y quedase con Andrés para traerla al día siguiente, lunes, a la hora de comer. Andrés era nuestro salvador. Vendría con el portátil y las llaves del coche, además de con los 53 robots del taller. Sin duda, que todos estos efectos “Apolo 13” estaban ocasionados por el cansancio acumulado por los preparativos de la CampusBot. Llevábamos mucho tiempo durmiendo poco.


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Juan González

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