CampusBot 2006. Campus Party. Valencia |
Capítulo 7: el nacimiento del faro de la campus.
El viernes finalizaban todos los talleres y empezaban los concursos. Este año no había concurso de robots luchadores de sumo, pero sí que se hizo una exhibición llebada a cabo por los robots la bestia y abobinable de Dadid Yáñez y Raúl Martín, que también estuvieron el año pasado concursando. En la foto de la izquierda se puede ver los dos robots en plena lucha.
Daniel Álvarez y Daniel Calvo estaban preparando sus dos robots rastreadores (foto de la derecha). Todo estaba a punto.
El concurso de extreme robotrakers comenzó. En la foto de la izquierda se puede ver el recorrido. En la foto de la derecha están todos los que colaboraron en la realización del concurso, que fue todo un éxito. De izquierda a derecha: María del Pozo Vázquez, Jose Manuel Peula, Francisco García, Alejandro Alonso, Jose Pichardo, Susana Sáez, David Yáñez, Raúl Martín, Jose Jaime Ariza y Ángel Hernández Mejías.
El robot Tarribot de Francisco Reinoso (furri) quedó en segundo puesto. En la foto de la izquierda estamos Francisco y yo, cada uno con un Tarribot en la mano.
El viernes por la noche estuvimos frikeando mucho y se produjo uno de las sinergias más interesantes que haya visto en mucho tiempo. Todo comenzó con la Skylamp, el flexo que se controlaba por internet. La gente que teníamos en frente había hecho una torre muy alta de latas y en la parte superior habían puesto una luz fija. Eso era una buena idea, así que modificamos el flexo por uno de color amarillo, más visible y construimos una mini-torre. Además añadimos un nuevo modo de controlarlo: ahora la gente podía encenderlo, apagarlo y hacer que parpadease (modo flash). (foto de la derecha).
En la izquierda se puede ver puede ver el faro que tenían montados los de delante. Como era la luz más alta, pensamos que sería una idea muy friki controlarlo por internet. Dicho y hecho. Ahora toda la gente del pabellón podía ver el faro y controlarlo por internet. Esto empezó a provocar un efecto emoción en toda la gente que lo controlaba. Y a cada uno se le ocurrían nuevas ideas frikis que llevaban a la práctica.
En la derecha está Pedro Velasco, uno de los colaboradores del taller, que montó un sistema de videostreaming en su portátil con una Gentoo, de manera que la gente del otro pabellón (y de todo internet) se podía conectar a la web del faro, ver el faro y controlarlo.
Uno de los campuseros, de 15 años, Sergio (tilt) se ofreció a hacer una página web y creo la página oficial del faro de la campus. También abrió el blog oficial. Y así nació la red de faros de campus party. Ya había dos faros en la red, controlados simultáneamente a través de la misma página.
Y la gente no dejaba de aportar nuevas ideas. En la foto de la izquierda están todos los frikis como locos, trabajando sobre diferentes ideas. Había gente en la campus que hacía scripts para “hackear” el faro, y que siempre estuviese apagado o encendido. Para contrarrestarlo, otro campusero diseñó un sistema para que cada persona sólo pudiese hacer una única petición al faro cada 3 segundos, de manera que ningún script pudiese monopolizar el faro.
Otro campusero propuso la idea de hacer un script para que cada hora, o cada media hora, automáticamente el faro diese las “campanadas”, como si fuese el reloj de la iglesia de un pueblo :-)
Otros frikis, como Pepe Ariza (foto de la derecha), utilizaban su móvil, que tenía conexión a internet, para controlar el faro. Y lo hacía como si fuese un mando a distancia ajjajajaj Apuntaban al faro, mandaban la orden por internet y el faro se apagaba o encendía. Lo mejor, es que si lo hacían desde cualquier otra parte fuera de la Campus también funcionaría. ¡¡Era un faro conectado a internet!!.
Pero la cosa no quedaba ahí. Martín Perís, investigador del Instituto Tecnológico de Informática de Valencia, reprogramó el robot para que fuese capaz de controlar el faro (foto de la izquierda).. Añadió comando vocales para poder comprobar el estado del faro y poder controlarlo. Era la cosa más friki que jamás había visto. Se le podía decir al robot: “Atiende, ¿Cómo está el faro?” y el robot, al cabo de un rato, respondía, “El faro está apagado” (o encendido). También se le podía decir: “Atiende, apaga el faro”. Toda una frikada!!!!!
En la foto de la derecha estamos todos los implicados. Nos acostamos a las 4 de la madrugada. Era una de los proyectos más frikis en los que había trabajadado nunca. Y me lo pasé genial ;-) El primer faro de la campus había nacido.